Antonio de Cabezón, un músico ciego para deslumbrar a Europa
En los últimos meses, y fruto de la colaboración con el organista Juan de la Rubia, he tenido la oportunidad de sumergirme en el mundo de Antonio de Cabezón, músico ciego del siglo XVI que pasó la mayor parte de su vida al servicio de Felipe II. Al empezar el siglo, la Tierra era el centro del mundo, plana y católica. Al acabar, en cambio, la Tierra gira alrededor del sol, es redonda y está dividida entre católicos y protestantes. Un siglo así no puede sino esconder grandes historias, y la de Cabezón es una de ellas.
Alrededor de esta idea, he ido preparando diferentes materiales en torno a Antonio de Cabezón. Hay tanto por explicar… El músico viajó con el entonces príncipe por Europa en 1548, y también fue a Inglaterra durante los esponsales de Felipe con María Tudor, así como a los Países Bajos para recoger la corona de Carlos V cuando este abdica a favor de su hijo. Cabezón, Tiziano y Santa Teresa de Jesús conforman la base del universo cultural filipino junto con el arquitecto de El Escorial, Juan de Herrera.
Sorprende que en el siglo XVI un ciego analfabeto -era imposible que en aquella época un invidente pudiera leer y escribir- fuera capaz de condensar en su música el pálpito de la cultura europea del momento. La imprenta, el oro de América, Copérnico, Servet, Erasmo, Lutero y Calvino entre tantos otros están cambiando el mundo. Precisamente, la comitiva real del príncipe Felipe pasa por Trento mientras se celebra el Concilio que certificará el cisma entre católicos y protestantes. Todo ello, justo antes de la publicación de la primera novela moderna, Don Quijote de La Mancha, ya a principios del XVII, y de la aparición de un nuevo entretenimiento, la ópera, que con L’Orfeo, de Claudio Monteverdi, se hace definitivamente un hueco en los salones de la nobleza. La esencia del siglo XVI está en la música de Cabezón, poseedor de “una vista maravillosa del ánimo” que le abrió “los ojos del entendimiento”, según su hijo Hernando.
Recopilo a continuación algunos de los materiales sobre Antonio de Cabezón que he ido elaborando.
Empiezo por el Wondergrama que le hemos dedicado en RNE4, donde se pueden escuchar fragmentos del nuevo disco de Juan de la Rubia y otras músicas que inspiraron a Cabezón (minuto 18′):
También he tenido el placer de compartir escribir las notas que acompañan el disco, cuyo texto podéis encontrar aquí.
El proceso de producción del disco es siempre una fuente inagotable de historias. A petición del Museu de la Música de Barcelona, he explicado algunas aquí.