El viaje de Bach a Lübeck
Uno de los reportajes radiofónicos que he hecho con más cariño es el que dediqué a repasar el recorrido de Bach desde Arnstadt hasta Lubeck con el único propósito de conocer a Dietrich Buxtehude, seguramente el maestro que más influencia tuvo sobre su música, aparte de los miembros de la propia familia Bach.
El resultado, en catalán, se puede escuchar dándole al play a este reproductor (minuto 11:30). El contenido, en castellano, lo expongo justo debajo.
La historia de la música se ha ido creando a base, claro está, de compositores y de intérpretes, pero también a base de los viajes que estas personas han ido haciendo, a veces para cambiar de trabajo, a veces para estudiar, y a veces también a causa de guerras y persecuciones. Hoy nos fijamos en un viaje casi mítico en el ámbito de la música clásica, porque fue fundamental para uno de los grandes compositores. Es el más largo que hizo Johann Sebastian Bach en toda su vida. Fueron apenas 400 kilómetros y duró cuatro meses.
Quedan muy pocos testimonios escritos, pero sabemos que Bach tenía sólo 20 años, y que después de este periplo su música empezó a sonar diferente. De hecho, es el último desplazamiento que hace en su etapa de formación. Pero para saber qué pasó, tenemos que situarnos en Arnstadt, Alemania, en otoño del 1705.
A mediados de octubre de 1705, Johann Sebastian Bach, organista de la Neue Kirche de Arnstadt, pide permiso a sus superiores para ausentarse del trabajo durante cuatro semanas. Bach es entonces un joven músico de 20 años, que está dispuesto a realizar un viaje de casi 400 kilómetros, en pleno otoño. Quiere escuchar y conocer la persona que compuso esto:
Buxtehude es la persona sin la cual Johann Sebastian Bach no sería Johann Sebastian Bach.
J.S. Bach, con sólo 15 años, está formándose como organista con su hermano mayor Johann Christoph. Entonces, para estudiar, se usaban copias manuscritas de obras de autores importantes. El propio Johann Christoph copió este preludio para incluirlo en una colección que hacía estudiar a sus alumnos… Justo en la época en que Johann Sebastian era su discípulo, cinco años antes de este viaje. Es más que probable que Bach conociera esta obra de Buxtehude antes de ir a Lübeck.
Buxtehude en la época era muy bien considerado, y Johann Sebastian Bach no es el primero que quiere estudiar con él. Un Johann Sebastian Bach de 20 años se encuentra ante un músico consagrado, de casi 70 años. Händel también fue a conocerlo precisamente dos años antes de que lo hiciera Bach, y entre sus discípulos hay compositores y organistas muy destacados en la época.
Entre otras cosas, Buxtehude instauró en Lübeck un tipo de concierto muy particular, las Abendmusik, una especie de «Tardes de Música», en la Marienkirche, que originariamente servían para distraer a los comerciantes que esperaban a que abriera sus puertas el centro de negocios de la ciudad, que estaba muy cerca. Allí hacía sus conciertos de órgano y estrenaba cantatas. Una de las novedades, que Bach adoptó, fue hacer ciclos de cantatas para interpretar en días sucesivos, por ejemplo durante la Navidad, como si se tratara de una serie en la que cada día se iba explicando algún episodio de la Biblia.
Pero el tiempo iba pasando, y las cuatro semanas de permiso se acababan. La Navidad, precisamente, estaba muy cerca. Y ello significaba la oportunidad de escuchar las cantatas de Navidad de Buxtehude, y sus conciertos de órgano de Adviento. Bach comienza a dudar. En el trabajo, recordemos, había pedido un permiso que llegaba sólo hasta mediados de noviembre. Justo antes de irse había tenido una disputa pública con un alumno, duelo con espada incluido. Además, la relación con la Neue Kirche siempre había sido tensa, porque a pesar de que cobraba bien siendo el organista, no había maestro de capilla y los músicos de los que disponía eran demasiado mediocres como para interpretar la música que él ya tenía cabeza. Desenlace: que decidió alargar la estancia. Fue una decisión crucial.
Los que la han estudiado coinciden en que a partir de entonces domina mucho mejor, por ejemplo, la fuga, que es uno de los géneros que más fama le dieron.
Además, ya hemos hablado de las mejoras en la estructura de las cantatas, y hay que añadir el uso del ostinato, el dominio de la improvisación, muy evidente por ejemplo en sus preludios, y los corales para órgano. Ciertamente, esta visita fue un revulsivo. Hasta el punto de que, muchos años después, Bach le hace un homenaje al maestro, poniendo al final de las Variaciones Goldberg una melodía de Buxtehude que aparece precisamente en su colección de variaciones bajo el título genérico de La Capricciosa, en la misma tonalidad que escoge Bach en las Goldberg, Sol Mayor. Bach no explicita en ningún lugar de que ésta sea una referencia a Buxtehude, pero hay demasiadas coincidencias como para no pensar que le estaba guiñando el ojo…
Así, llega el 7 de febrero de 1706. El día 21 el consistorio le reclama por escrito explicaciones de qué ha estado haciendo. Bach no es capaz de responder satisfactoriamente. Eso, y la presencia de una mujer desconocida fuera de horas en la Neue Kirche, hace que la relación entre Bach y Arnstadt toque a su fin.
La plaza de organista en Mulhouse queda vacante, y Bach la gana. Se fue en julio de 1707. Allí tiene el mismo sueldo y mejores músicos. Con estas condiciones mejores y el aprendizaje de Buxtehude, una de las primeras cantatas que compone es Aus der Tiefen Rufe Ich zu Dir.
El nuevo Bach empieza a caminar, mientras Buxtehude muere el mismo 1707.
La plaza de organista de Arnstadt la pasa a ocupar otro miembro del clan Bach, Johann Ernest, mientras que la vacante que Buxtehude deja en Lübeck será para su discípulo Johann Christian Schieferdecker, que siguiendo la costumbre de los gremios de artesanos -los organistas lo eran-, se hará también cargo de la hija de Buxtehude por la vía del matrimonio.
¡Qué interesante! Acabo de descubrir a Buxtehude, compositor que sólo conocía como un nombre venerable en el amplio telón de fondo de Bach.
Muchas gracias por el artículo.
¡Muchas gracias por su comentario! Ese viaje siempre me ha fascinado, por lo que suposo para Bach y para la música occidental. Y Buxtehude vale mucho la pena. Yo tengo especial cariño a sus Membra Jesu Nostri. ¡A disfrutarlo!
Muy interesante, me gusta mucho esta historia. Nunca había escuchado del duelo a espada, ¿qué pasó ahí? jajaja. ¡Buen artículo!
Uy, disculpa, que no había visto esta pregunta. Es un momento francamente curioso, en el que Bach se harta de un fagotista del que considera que no tiene suficiente nivel. Una noche el fagotista se mete con su talento como compositor, la conversación sube de todo, Bach lo llama algo así como «sucio perro», a la vez que asegura que su fagot suena como una cabra, y llegaron a las manos. Todo esto pasó en la calle, de modo que con el escándalo varios transeúntes se acercaron y pararon la riña antes de que llegara la sangre al río… 🙂
Es uno de los episodios que, ciertos o no, forjaron la imagen de Bach como huraño e incluso iracundo para la posteridad, jeje…
QUe buena historia! donde podría leer más de ese viaje?